University of Minnesota



Observaciones finales del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, Bosnia and Herzegovina, U.N. Doc. A/49/38, paras. 732-757 (1994).



 

 

 


Bosnia y Herzegovina


732. El Comité examinó el informe de Bosnia y Herzegovina en su 253ª sesión, celebrada el 1º de febrero (véase CEDAW/C/SR.253).


733. La representante de Bosnia y Herzegovina presentó un informe oral, en el que ratificó la adhesión de su país a la Convención y a todos los demás tratados internacionales de derechos humanos. Se refirió al sufrimiento sin precedentes de los civiles de su país en los últimos 21 meses como resultado de la agresión de las fuerzas armadas regulares e irregulares de Serbia y Montenegro y de sus personeros en Bosnia, y de parte de las fuerzas armadas del Consejo de Defensa Croata comandado por nacionalistas extremistas y con la activa participación y el apoyo de hombres y equipo militar de determinadas partes de las fuerzas armadas regulares de Croacia. Miles de personas habían perecido o tenían un paradero desconocido; había miles de heridos, discapacitados, desaparecidos o muertos de hambre, frío y enfermedades; miles se habían visto obligados a abandonar sus hogares y sus tierras, y a menudo perdían a su familia y a sus amigos. En su propósito de lograr la depuración étnica, que era la causa directa de la inmensa mayoría de las burdas violaciones de los derechos humanos, las atrocidades de diversa índole y la imposición del terror a la población, los agresores serbios y los extremistas croatas violaban las normas internacionales legislativas de la conducta humana. Numerosas ciudades, lugares de culto y monumentos de la cultura habían quedado destruidos. También se habían destruido viviendas, tiendas y centros comerciales. Como confirmaba el sinnúmero de informes de los equipos, comisiones y grupos de investigación intergubernamentales y no gubernamentales, los refugiados en los campamentos de detención se veían expuestos, en la mayoría de los casos, al terror, la tortura y la humillación. Incluso en las denominadas "zonas protegidas" por las Naciones Unidas vivían en condiciones inhumanas, expuestos al bombardeo indiscriminado, al hambre y al constante temor.


734. Se refirió además a las violaciones en masa y sistemáticas de mujeres de todas las edades que no fueran serbias, y recalcó que la mayoría habían sido musulmanas, como una de las manifestaciones más complejas de agresión, de la política de depuración étnica y como forma particular de genocidio. Según la Comisión Estatal, en Bosnia y Herzegovina se habían registrado aproximadamente 25.000 víctimas. La mujer había sido víctima también de deportación y detención en masa en la mayoría de los 200 campamentos inscritos en los territorios ocupados. Esos campamentos eran escenario de violaciones en gran escala, prostitución forzosa y otros abusos. La representante señaló ejemplos de campamentos, restaurantes y hoteles donde ocurrían esos abusos a escala masiva. En algunos casos, la mujer era asesinada después de ser violada, o bien desaparecía o se suicidaba. Esas actividades eran premeditadas, cuidadosamente organizadas y su finalidad era humillar, avergonzar y degradar a todo el grupo étnico. No eran simples productos del "ambiente de guerra". Algunos actos de violencia contra la integridad de la mujer ocurrían frente a sus propios familiares o incluso ante su comunidad local. Hizo mención además de los informes de expertos, presentados a la Asamblea General o al Consejo de Seguridad, por ejemplo, el informe del Relator Especial (A/48/92; S/25341), así como a las resoluciones pertinentes de esos órganos (A/48/143 de la Asamblea General y resoluciones del Consejo de Seguridad 780 (1992) y 798 (1992)), en las que se condenaba enérgicamente esos actos y se señalaban las consecuencias de esos delitos para sus víctimas, como el embarazo indeseado que terminaba fundamentalmente en abortos; el daño físico y psicológico que arruinaba a su familia, a su vida social y privada, así como a su salud y bienestar. Para la nación significaba la humillación y la desintegración de la tradición y la cultura. Con miras a prestar asistencia a las víctimas, el Gobierno se había comprometido a protegerlas, centrando su atención en la ayuda financiera, médica y psicoterapéutica, así como en la prevención de cualquier forma de discriminación y en prestarles asistencia para su reintegración a la sociedad. Esta cuestión se abordó en los trabajos de algunas organizaciones no gubernamentales, y se habían abierto diversos centros para prestar asistencia a las mujeres con trauma.


735. Se refirió además a la situación de los refugiados que se encuentran en inminente peligro mientras huyen de las zonas de conflicto armado o mientras las atraviesan, y que viven en condiciones muy difíciles en los campamentos de refugiados. El 60% del total estimado de 1.250.000 refugiados en el territorio de Bosnia y Herzegovina y el 65% del total de 1.288.000 personas desplazadas eran mujeres. No obstante, sus necesidades estaban muy lejos de verse atendidas como era debido a pesar de los esfuerzos de numerosos grupos femeninos, personalidades y organizaciones internacionales. Las necesidades fundamentales de las mujeres refugiadas se relacionaban con la atención de la salud, la nutrición, los servicios básicos de vivienda y la responsabilidad por sus hijos.


Observaciones generales


736. Los miembros del Comité encomiaron el informe y acogieron con beneplácito el hecho de que la representante asistiera a la reunión del Comité, a pesar de la gravísima situación del país. Expresaron su solidaridad femenina con las mujeres de Bosnia y Herzegovina y su profunda preocupación por la perpetuación de la guerra y las violaciones constantes de los derechos humanos, en particular los derechos humanos de la mujer. Expresaron su consternación por los informes cotidianos de constantes atrocidades, depuración étnica y actos de violencia dirigidos contra la mujer y los niños, incluidas las violaciones en masa. Destacaron que, en su calidad de miembros del Comité, tenían interés en todo tipo de información adicional que pudiera permitir una mejor comprensión y un mejoramiento de la situación de la mujer, proteger sus derechos, mitigar sus sufrimientos y prevenir actividades que contravinieran las normas internacionales de derechos humanos y las disposiciones de la Convención.


737. Se expresó la opinión de que los delitos contra la mujer debían examinarse minuciosamente, al igual que cualesquiera otras violaciones de los derechos humanos. Debían instituirse las actuaciones judiciales correspondientes. Debía ponerse fin a la guerra actual y asegurar una paz duradera y justicia para todas las partes.


Cuestiones generales


738. Al preguntársele si existía algún mecanismo concreto para la prestación de ayuda humanitaria y jurídica a la mujer, e información acerca de sus derechos y de la Convención, la representante respondió que no tenía conocimiento de que existiera un mecanismo concreto encargado de abordar por separado las cuestiones de la mujer. La población tenía en esos momentos necesidades mucho más inmediatas y perentorias que el Gobierno tenía que abordar, como la falta de agua, alimento, combustible y otros artículos de primera necesidad, medicamentos y vivienda en las ciudades sitiadas. Las iniciativas y estructuras relacionadas con el adelanto de la mujer habían existido antes de la guerra. No obstante, en el próximo informe se suministrarían nuevos detalles.


739. Otras preguntas se relacionaron con la asistencia concreta prestada a las mujeres víctimas de violación; el número exacto de centros terapéuticos y de rehabilitación para las mujeres víctimas de la violencia; y la manera en que la mujer participaba en su organización. Se preguntó también si era útil que la opinión pública internacional y los medios de información denunciaran esas violaciones.

740. En su respuesta, la representante dijo que había centros que se dedicaban concretamente a atender a las mujeres con traumas, mediante psicoterapia, consultas y otras formas de asistencia para mitigar su difícil situación. Si bien esos centros prestaban asistencia a mujeres víctimas de violación, también eran accesibles a otras víctimas de la guerra para que no se impusieran calificativos ni se singularizara a la mujer violada. No estaba en condiciones de suministrar información amplia acerca de esos centros, y dijo que todo tipo de ayuda de la comunidad internacional para reducir las consecuencias de esta traumática situación era útil.


741. Respecto de la petición de que se suministrara más información sobre la manera en que se había calculado la cifra de 25.000 mujeres víctimas de violación, la representante dijo que era difícil compilar todas las pruebas en condiciones de guerra. Algunos campamentos eran inaccesibles incluso para los equipos oficiales de investigación y a menudo se habían reubicado o clausurado cuando se había avisado de una inspección. Ciertas partes del país habían sido inaccesibles hasta ese momento. Además, muchas mujeres no estaban dispuestas a prestar testimonio, sino más bien preferían olvidar la tragedia y seguir su vida. De manera que los datos compilados por la Comisión Estatal se habían basado en los informes de diversas comisiones, testimonios de mujeres, información suministrada por grupos de mujeres y por refugiadas. La cifra de 25.000 se había calculado cuidadosamente y considerado como un mínimo. Señaló además la necesidad de distinguir entre las violaciones que se sabía ocurrían en condiciones de guerra y desorden y las violaciones genocidas de mujeres en su país, que era una cuestión de política y se realizaba como medio de guerra para lograr los objetivos de depuración étnica, humillar a la nación y al grupo étnico, embarazar a la mujer para recordarle el terror e impedir tanto a ella como a su familias tener una vida normal. Por esa razón, eran muy importantes los intentos de educar a la sociedad de manera de ayudar a las víctimas a enfrentar esa situación.


742. Las expertas preguntaron también quién se ocupaba concretamente de las consecuencias de la violencia contra la mujer, incluidos los embarazos forzosos, qué medidas habían adoptado el Gobierno y las organizaciones no gubernamentales a ese respecto y si había grupos femeninos de ayuda. Se formularon preguntas acerca de si la mujer víctima de violación tenía posibilidades de abortar, en caso de que optara por ello; cuál era la situación jurídica de los niños nacidos como resultado de la violación y si las familias los acogían o eran colocados en orfanatos.


743. En su respuesta, la experta dijo que en la prestación de asistencia a la mujer con trauma, el Gobierno no podía ir mucho más allá de las medidas ya explicadas en su exposición. La preocupación cotidiana por cuestiones tan esenciales como el suministro de combustible, alimento, ropa, medicamentos; el mantenimiento y la reconstrucción de los sistemas de electricidad, acueducto, telecomunicaciones y transporte; la reparación de viviendas, albergues y hospitales que sufragaba totalmente el Gobierno. Además, la guerra todavía no había terminado y cada día se creaban nuevas demandas. No se contaba con información acerca del número de abortos practicados como resultado de las violaciones. Sin embargo, cabía suponer que algunas mujeres decidieran parir al hijo sin admitir ni analizar el hecho de que había sido concebido como resultado de una violación. A pesar de ello, había también casos de abortos autoinducidos notificados por algunas organizaciones comunitarias. Si bien la ley permitía el aborto, no siempre se podía poner en práctica debido a la escasez de suministros médicos. No se contaba con información concreta acerca de los niños nacidos como resultado de los embarazos forzosos o de la incidencia de las violaciones. Numerosas organizaciones no gubernamentales llevaban a cabo diversas formas de actividades médicas, psicológicas y terapéuticas encaminadas a prestar asistencia a esas mujeres y a ayudarlas a afrontar esa situación y a seguir viviendo. Otras organizaciones no gubernamentales centraban su atención en la reunión de datos y testimonios de mujeres víctimas de violación a fin de preparar actuaciones judiciales, incluida la futura presentación de casos en el Tribunal Internacional para el enjuiciamiento de los presuntos responsables de las violaciones graves del derecho internacional humanitario cometidas en el territorio de la ex Yugoslavia desde 1991. Esos grupos femeninos solían recibir ayuda y capacitación de las redes femeninas de otros países, principalmente de Occidente.


744. Con respecto a la posibilidad de que el Tribunal Internacional se ocupara de los casos de violencia, se preguntó si las víctimas de esas actividades, consideradas por primera vez como crímenes de guerra y no como actos individuales de violencia, recibirían indemnización por ser víctimas de tortura y asistencia especial del Gobierno. La indemnización a mujeres víctimas debería formar parte del acuerdo de paz.


745. Al responder a esas afirmaciones, la representante dijo que su Gobierno atribuía gran importancia al establecimiento del Tribunal Internacional que se encargaría de juzgar los casos de crímenes de guerra y que consideraba esencial que la violación figurara en la lista de crímenes de guerra. Esa decisión establecería un precedente jurídico importante. La cuestión de la indemnización monetaria a las mujeres víctimas de violación se trataría en el próximo informe de su Gobierno. No obstante, su Gobierno consideraba esa cuestión en el contexto de los crímenes de guerra, consideraba la violación como un arma de guerra y un instrumento de la política de depuración étnica.


746. Al preguntársele sobre los casos de violación de derechos humanos de las mujeres por miembros de las fuerzas armadas o por individuos de Bosnia y Herzegovina, la representante respondió que, si bien en su informe el Relator Especial señalaba que todas las partes habían cometido actos de violencia contra la mujer, la mayoría de esos actos habían sido perpetrados por serbios contra musulmanas. Cuando comenzó la agresión contra Bosnia y Herzegovina no había ejército en su país, y los ciudadanos habían organizado la defensa de manera espontánea. Por esa razón, habían ocurrido algunos casos de violencia contra la mujer, con intenciones de venganza y algunos actos de violencia relacionados con la guerra. De ser descubiertos, esos casos serían castigados por las autoridades con la expulsión del ejército o la detención. El Gobierno también había tomado medidas para prevenir esos actos.


747. Se señaló a la atención la pertinencia de la recomendación general 19 del Comité relativa a las cuestiones de la violencia contra la mujer y la Declaración de 1974 sobre la protección de la mujer y el niño en estado de emergencia o de conflicto armado (resolución 3318 (XXIX) de la Asamblea General. Se hizo hincapié en la obligación de los gobiernos de eliminar la discriminación y los casos de violencia cometidos por las autoridades públicas, así como por individuos y entablar el juicio correspondiente. Se preguntó si el Gobierno de Bosnia y Herzegovina había adoptado medidas para prevenir la violencia, proteger a la mujer y a los niños y eliminar el odio, y si el Comité podría ayudar al respecto. Se preguntó además sobre la función que desempeñaban las organizaciones femeninas a ese respecto.


748. Al responder a la pregunta acerca de las políticas oficiales de asistencia a las familias en tiempo de guerra, la representante dijo que, si bien la capacidad del Gobierno había sido muy limitada y centrada en las necesidades inmediatas y básicas de la sociedad, la cuestión se había tratado en los medios de información de masas; había centros de asesoramiento a las familias y se estaba tratando de sensibilizar acerca de la importancia de la familia para sus miembros.


749. Al responder a preguntar relacionadas con las necesidades médicas de la mujer, en particular, las necesidades concretas de las mujeres víctimas de violación, y la condición general de los servicios de salud, la representante dijo que, si bien el nivel de servicios médicos había sido muy alto en el pasado, la guerra había causado una enorme destrucción y carecían de equipo básico y medicamentos. Por esa razón, la capacidad de esos servicios se veía seriamente limitada, y continuaba siendo afectada a diario por los bombardeos y el estado de sitio.


750. Respecto de la petición de prestar asistencia al Comité para que recabara ayuda práctica para la mujer al más alto nivel de las Naciones Unidas y la cuestión de la asistencia que están prestando a la mujer organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales, la representante respondió que esas organizaciones habían estado haciendo mucho para mitigar el sufrimiento de la población, pero no habían logrado poner fin a la guerra, que era la causa de la situación imperante. Algunas organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y las organizaciones no gubernamentales humanitarias contribuían al suministro de artículos de primera necesidad y de asistencia, prestaban atención médica en casos graves que requerían el traslado de los pacientes al exterior, e impartían capacitación a los grupos femeninos locales en el tratamiento de mujeres con trauma. Sin embargo, no se disponía de mucha asistencia del exterior debido al estado de sitio impuesto a algunas ciudades y poblados más pequeños, al bloqueo de los puertos y al bombardeo del transporte. Una de las expertas preguntó cuál sería la forma de asistencia que las mujeres de Bosnia y Herzegovina necesitaban más de las mujeres de los países de Occidente.


751. En relación con la observación hecha acerca de la importancia de la plena participación de la mujer en todas las esferas de la vida para el futuro del país y refiriéndose a una petición de que se suministrara más información acerca de la participación y de la función de la mujer en los organismos de adopción de decisiones a nivel de Gobierno y a nivel local, así como en las negociaciones de paz y los debates acerca del futuro del país, la representante dijo que los datos se suministrarían en el siguiente informe. Recalcó además que había muchas mujeres en el servicio exterior y que una mujer ocupaba el puesto decisivo de embajadora ante Croacia.


752. Respecto de las preguntas acerca de la situación de las mujeres y los niños refugiados, su seguridad, necesidades concretas y los servicios que requerían, la representante declaró que su situación era cada vez más difícil ya que la mayoría de ellos vivía en el territorio de Bosnia y Herzegovina, que ya venía padeciendo seriamente por la guerra y la escasez de artículos de primera necesidad y de servicios esenciales; y que continuaba la corriente de refugiados desde las zonas afectadas por la guerra hacia los campamentos de refugiados. Muchos refugiados habían perecido o habían sufrido lesiones en su búsqueda de seguridad y era difícil protegerlos. La asistencia internacional tenía particular importancia a este respecto, incluida la aceptación de muchos refugiados por otros países.


Observaciones finales del Comité


753. El Comité encomió a la representante de Bosnia y Herzegovina por presentar su informe con carácter extraordinario, a pesar de la lamentable situación reinante en su país y por responder a la mayor parte de las preguntas planteadas por los miembros del Comité.


754. El Comité tomó nota de la información proporcionada sobre la violación masiva de mujeres como un instrumento de depuración étnica y de otros tipos de violaciones de los derechos humanos de la mujer, y recordó que siempre había condenado la violencia contra la mujer en todas sus formas.


755. Por consiguiente, el Comité expresó su pleno apoyo y solidaridad a todas las mujeres de Bosnia y Herzegovina que atravesaban esa triste situación en una guerra lamentable.


756. El Comité condenó en los términos más enérgicos posibles la utilización de las violaciones y de las transgresiones de los derechos de la mujer como instrumento de guerra y exhortó a todas las mujeres de Bosnia y Herzegovina a que reaccionaran. Desde ese momento en adelante las mujeres podían aumentar su visibilidad, tanto en el plano gubernamental como en el no gubernamental. El Comité esperaba que de esa manera las mujeres generaran la voluntad política necesaria para lograr que cambiara esa situación y terminara la guerra.

757. El Comité exhortó al Gobierno, por su parte, a que hiciera todo lo posible por poner fin a las violaciones y por proteger los derechos humanos de las mujeres que, como siempre, eran particularmente vulnerables en esta lamentable guerra fratricida.

 



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